Qué hacer cuando ya probaste todo y no funcionó nada
¿Cuántas veces habrás escuchado la frase “ya probé de todo y no me funcionó nada”? ¿Y cuántas otras la habrás dicho?
Si te sentís identificada/o, te invito a descubrir una última cosa que quizás no hayas probado… ¿Te sumás? 👇
El último recurso
Supongamos que querés lograr algún objetivo, o en otras palabras, conseguir un resultado, ejemplo: “Quiero aprobar el examen X”.
Ya probaste haciendo todas las guías de actividades, leyendo los apuntes, y reviendo las grabaciones de las clases, pero no hay caso. Llegó el examen y fuiste a recuperatorio. Puede que lo primero que pienses sea “¿Pero cómo puede ser, si me estudié todo?”.
Tenés una segunda chance de aprobar, y podés hacer 3 cosas:
- Opción número 1, podés probar hacer todo lo mismo (aunque Einstein te llamaría loco/a por intentar obtener un resultado distinto haciendo las mismas cosas 🤪).
- Opción número 2, podés probar realizar alguna acción que no hayas intentando, como consultar en clase las cosas que te generen dudas.
- Opción número 3, este es el último recurso y tenemos que pasar por un concepto más para llegar a él, #paciencia.
Aprendizaje de primer y segundo orden
Siguiendo el ejemplo, digamos que elegiste la opción 2, la de consultar en clase, y llegado el recuperatorio lo aprobaste: ¡felicitaciones! 🥳. Conseguiste tu resultado con tan solo probar hacer 1 cosa más.
A esto lo llamamos aprendizaje de primer orden, cuando con una nueva acción cumplís tu objetivo.
La mala noticia es que a veces esto puede no ser suficiente 😕, y nos toca seguir el camino no tan feliz en el que puede que hayas desaprobado aunque hayas intentado con hacer consultas en clase. Y ahí volvés a pensar “ahora sí que definitivamente intenté todo y no funcionó nada”.
La buena noticia es que te queda el último recurso, o sea la opción 3, y es convertir tu aprendizaje en uno de segundo orden.
Llamamos aprendizaje de segundo orden a cuando haciendo un cambio en nuestra forma de observar la situación conseguimos el resultado.
Siguiendo el ejemplo del examen, la opción 3 podría iniciarse haciéndote algunas preguntas del estilo:
¿Cómo estoy estudiando? ¿Estudio de memoria? ¿Cuánto tiempo antes del examen estudio? ¿Entiendo los conceptos o sólo aprendí a resolver ejercicios de guía? ¿Me ayudaría estudiar con otra persona?
Esta reflexión acerca del modo de observar la situación, te abre un mundo de posibles nuevas acciones, y puede que con esas acciones (que antes ni te habías planteado) consigas tu resultado.
Como toda herramienta del coaching, si ya tu época de rendir exámenes se quedó atrás 😅, podés llevarla a cualquier otro objetivo de tu vida: ¿Sos manager y tu equipo no está motivado? ¿Querés pasar una entrevista para conseguir trabajo? ¿Querés ahorrar plata, pero siempre la terminas malgastando? ¿No te podés organizar? ¿Querés hacer un viaje?, ¡aplica! 🙌.
Para resumir
- Todas las personas observamos el mundo de maneras diferentes, y esa manera de observar determina y afecta lo que hacemos, y genera ciertos resultados. En la teoría esto es el “modelo del observador”.
- Si una acción nueva me ayuda a conseguir un resultado, pasé por un aprendizaje de primer orden.
- Si ninguna acción me sirvió y el cambio lo hago desde mi forma de observar la situación, y gracias a eso alcanzo el resultado, entonces pasé por un aprendizaje de segundo orden.
Como siempre, espero que esta nueva herramienta te haya servido y si no, te invito a que cambies la forma en la que estás observando el artículo 😜 (chiste). Si la intentaste poner en práctica y no te sirvió, todavía nos falta ver un montón, así que no te preocupes 😊.
También, me gustaría que compartas en los comentarios alguna situación donde tengas esta sensación de que ya probaste todo y aún no lograste resolver, y qué preguntas se te ocurren para cambiar tu perspectiva.
Por último, para el próximo artículo te dejo una pregunta como tarea: ¿estás siendo coherente entre lo que sentís y lo que expresás?